jueves, 25 de febrero de 2010

capitulo 11



Alberto está desnudo en su cuarto. Frente a las fotos de sus padres, de su esposa. Ha gozado del cuerpo de David como ya se había olvidado que puedo gozar. Le gusta pero le da miedo. Se siente mal de querer hacer algo que sus padres le habían prohibido. Se siente mal porque sabe que si su madre estuviera viva ni se lo plantearía. Le atormenta pensar que cuando apenas acaba de morir su madre él ya ha estado apunto de revolcarse con un hombre que despreciaba su madre y que acabó con su estabilidad. Se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡tengo que acabar con todo esto...¡¡ ¡¡no puedo dejar que ese hombre vuelva a acabar con mi vida...¡
Por sus ojos deslizan lágrimas ya que en realidad lo que más le duele es que David no le haya dicho que lo quiso, que fue importante para él. Saca la foto de él que tiene escondida.
--has cambiado, estás más guapo...
Besa esa foto con ojos llorosos:
--te quiero... te quiero.
Deja esa foto en la mesita de noche. Se tumba en la cama con las dos manos bajo la nuca. Totalmente desnudo. Piensa en la escena que recién ha vivido con David, como ha gozado mirando su cuerpo, con sus labios, con sus manos... sintiéndolo todo... Su arma está bien dura, el calor se apodera de él. Empieza a tocarse con una mano pero le desconcierta las fotos de sus padres. Aunque siempre se masturba en su cama pensando en David ahora siente demasiado culpa como para hacerlo allá. Se va al baño. Frente al espejo, mirándose, pensando en David. Vibrando... Cierra los ojos y se imagina que ha vencido todos los obstáculos y está haciendo el amor con él. Mientras agarra suavemente su arma sexual piel arriba y piel abajo.

Con unos jeans muy ajustados que realzan sus curvas y su belleza, David sube las escaleras de la mansión tratando de buscar la habitación de Alberto. Se topa con Carlos. Lo mira con error y pega su trasero a la pared. Lo mira como si fuera una amenaza para él.
--¡¡¿¿¡qué haces aquí, maricón?¡
David le habla con ironía:
--¿a ti que te pasa, guapetón?
--¡¡me das asco...¡
David se acerca a él y entre coqueto e irónico dice:
--No será que te gusto mucho...?
--¡¡si te me acerca grito...¡ ¡¡les diré a todos que me querías violar¡¡
David se aparta de él. Le gusta reírse de gente intolerante como Carlos.
--a ver guapito, cual es tu problema conmigo... ¿te gusto?
--¿¿¡¡es que eres sordo?¡¡ ¡¡me das asco, te desprecio....¡
David se ríe:
--No has oído que del odio al amor hay un solo paso?¡
--¡¡yo no soy como tu¡ ¡¡a mi no me vayas a tocar¡¡
--¿¿qué interés crees que tengo yo en tocarte¡
--¡¡yo debo ser un caramelo muy sabroso para ti...¡
--No será al revés.... ¿¡¡qué eres tú el que me ves como un caramelo?¡
--¡¡a mí no me insultes desgraciado¡ --dice agarrándolo del cuelo.
David se le ríe:
--¿¿quien está tocando a quien??
Carlos saca sus manos de David;
--¡¡es para defenderme¡
--de mi no te necesitas defender, yo tengo muchos hombres con los que me puedo divertir, no necesito a un niñato rico como tu...
--¡¡eres asqueroso¡
--¿cual es tu miedo a la homosexualidad?¿porqué tan inseguro?¿es que tienes miedo de que si te toco te guste y te das cuenta que eres tan maricón como yo?
Carlos se pone muy agresivo:
--¡¡¡yo no soy maricón... todos los maricones deberían estar muertos...¡¡
Alertado por sus gritos, Teodoro va a ver qué pasa.
--¿¿¡qué es esto hijo?¡
--¡¡ese maricón quiere abusar de mi...¡
--Eso no es cierto, yo solo quiero hacer el trabajo por el que me pagan...
--¡¡está bien pero no te acerques a nosotros...¡¡
--eso dile a tu hijo, él me estaba entreteniendo...
David se va riendo. Carlos mira a su padre ofendido:
--¡¡eso no es así, no es así¡¡
--¡ya, ya...¡
Teodoro se lleva a su hijo a su cuarto. Carlos está muy enojado:
--¡¡no puedo creer que no hayas puesto a ese maricon en su lugar...¡¡
Teodoro le pone a su hijo las dos manos en las mejillas:
--guarda ese odio para más adelante... luego les cobraremos a esos maricones...
Carlos es todo odio.

Mientras Javi está en su cuarto. No puede con la culpa. Le duele el desconcierto que vio en los ojos de su hermanastro.
--¡¡no es justo, esto no es justo¡¡
A Javi le da pena que después de lo mucho que sus padres lo humillaron ahora encima le quieran hacer más daño.
--¡¡ya ha sufrido bastante... no lo puedo permitir¡
Javi da vueltas por su habitación pensando en si debe traicionar a su hermano o permitir que lastimen a Alberto por gusto.




Sigilosamente David entra en el cuarto de Alberto. Ahora las cosas cambian. Ahora es Alberto es el que está desnudo y el que no se da cuenta que lo están viendo pero Alberto está en una situación comprometida. Se está masturbando frente al espejo. David sonríe con ternura. Además le gusta ver a su amigo desnudo. Con el tiempo mejoró mucho. Tenía muchas ganas de comprobarlo. Divertido por la situación David dice:
--no crees que eres mayorcito para esta cosas...?
La vergüenza paraliza a Alberto. Se queda pálido. No sabe qué hacer. Lo único que se le ocurre es agarrar una toalla ponérsela en la cintura pero así no oculta su enorme erección. David se acerca a él con una sonrisa.
--parece que el tiempo no ha pasado en ti... ¿te acuerdas la primera vez que te la chupé?
Alberto agacha la cabeza con timidez. David enfrente de él le acaricia el rostro con ternura mientras recuerda:
--te vi que te masturbabas escondido mientras yo me duchaba entonces yo --mientras le saca la toalla-- te dije que había una forma de que los dos pudiéramos gozar de esto...
David frente a Alberto que lo apunto con su dura y larga lanza que David le agarra, le toca. Alberto jadea. David sabe que no puede perder tiempo. Se arrodilla ante él. Le gusta ese aparato que se alza ante él. Alberto siente un enorme deseo al estar en esa situación. Alberto está muy excitado y avergonzado. A David siempre le gusto esa inocente ternura de Alberto que conserve pese a ser un hombre hecho y derecho, pero en el sexo apenas está empezando. Con delicadeza, David introduce en su boca el miembro viril de Alberto que estalla dando lugar a una explosión de lluvia blanca que David toma con justo. Alberto aúlla del placer. En ese momento Javi entra en la habitación y la escena que ve le horroriza. A Alberto desnudo escupiendo esperma en la boca de David que está de rodillas y lo está tragando. Aunque quería entender a Alberto nunca pensó vivir una situación así. Se le ha helado la sangre.
--¡¡sois unos cerdos...¡¡
Alberto abre los ojos y le da tiempo a ver la mirada de horror de su hermanastro antes de oir. Alberto está desesperado. Se siente hundido. Javi se encierra en su cuarto, en su baño. Vomita. Alberto se pone unos jeans.
--¡¡tengo que buscarlo¡
David trata de calmarlo:
--¡ya no pasará nada...¡¡
--¡¡tú no entiendes nada...¡¡ ¡¡se los va a contar a todos... y yo no quiero que mi hermano se entere...¡
David trata de calmarlo pero no puede sin decirle que su padrastro y sus hermanastros ya sabían su secreto y que no van a hablar.
--¿¿¡¡ya estás satisfecho...?¡¡ ¡¡¿porque has tenido que venir??
--tú lo deseabas como yo...
--¡¡siempre estropeas las codas,.. vete y que no te vea mi hermano... ¡¡es lo único que me faltaba...¡
Alberto va hacia la puerta:
--Está bien pero cuando me necesites ya sabes donde estoy... --le dice David.
Alberto se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡no, vete... quiero que te vayas....¡
Alberto sale del cuarto descalzo, en jeans y sin camisa.

David se queda en el cuarto. Se iba a ir pero se da cuenta de la foto, de esa foto antigua suya que Alberto ha guardado durante tantos años como si fuera un tesoro. Es algo que le sorprende pero también le emociona. Se da cuenta más que nunca de lo importante que ha sido en la vida de Alberto. No quiere sentir culpa por estar engañándolo.
--Lo haré feliz y luego me iré de su vida, mientras no sepa que me pagaron no pasará nada y no creo que su padrastro se lo vaya a decir... Alberto está muy solo y amargado... Necesita un buen polvo... Me tendrá que estar agradecido...
David sale del cuarto pero se lleva la foto.

Alberto está tratando que Javi le abra la puerta de su habitación. David se acerca a él.
--hazme caso... habla con él más tarde. Ahora no es el momento.
Alberto está muy angustiado, no puede esperar.
--¡¡déjame en paz... vete, vete de mi vida para siempre...¡
--estaré en el cuarto...
David desaparece Alberto insiste en que Javi le habla con desesperación. Le da horror que su secreto salga a la luz, de volver a vivir una situación de desprecio como la que le hicieron vivir sus padres.

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