Alberto está trabajando en su oficina. David entra y sin llamar.
--pasa, mi amor --le dice Alberto.
David le sonríe.
--se me hace raro que me llames mi amor --dice mientras se acerca a la mesa.
Alberto lo besa:
--esto es lo que eres aunque no quieres que lo diga yo...
David le pone la mano en la boca para silenciarlo.
--cada vez estás más valiente, cualquier día de estos me vas a pedir que salgamos tomados de la mano --dice David con ironía.
--¿y te molestaría?
--Pues se me haría extraño...
--¿es que tú no me quieres?
--Y sabes que no me gusta hablar de sentimientos...
Alberto se siente un hombre feliz y completo al lado de David. El amor que siente por él le hace fuerte. Mientras firma sin leer los documentos que le presenta su amado.
--lo sé, te conozco como a mí, para ti los sentimientos es síntoma de debilidad. Pero bueno, estás a mi lado y no me importa nada...
David apoya su cuerpo en la mesa. Es muy coqueto:
--¿te falta mucho?
--No, en seguida salimos a comer...
Alberto lo besa. David le sonríe:
--te estás liberando mucho tú --dice divertido-- como tu ex secretaria un día entre y nos pille en estas se te va a liar...
--¿sabes? No le tengo que rendir cuentas a nadie, yo soy feliz a tu lado y quien me quiera lo tiene que aceptar y quien no lo acepte es porque no me quiere y su opinión me trae sin cuidado...
--¿te refieres a tu hermano?
--Si, él está contento de verme feliz. Sabe que tengo a alguien...
--si pero piensa que estás liado con tu ex secretaría que salta a la vista que está colada por ti...
--No seas exagerado...
Alberto sentado y el otro apoyado a la mesa se miran coquetos:
--tu sabes que es verdad, Slay está muerta contigo y no me soporta porque yo la desplacé... Ramiro piensa que la cambiaste de lugar porque no querías que tu pareja fuera tu secretaria, no imagina que fue para que yo fuera tu secretario...
Alberto le pone las manos en las mejillas:
--es que no soportaba que te tuvieras que matar siendo el jardinero. Además apenas te veía entre semana, ahora así estamos juntos siempre. Y sobre Ramiro ya es hora que sepa que a mí me gustan los hombres y que tú eres mi pareja.
--no te precipites...
--porque?
David sabe que esta situación es temporal y que se tendrá que alejar de su vida. No quiere lastimarlo. Piensa que todo será más fácil si no se enfrenta al mundo por él.
--porqué a ti siempre te ha importado mucho el qué dirán, a lo mejor ahora piensas que te podrás enfrentar a todos pero no estás seguro. No te pases de valiente... piensa muy bien lo que haces.
Alberto se levanta. Mira seductor a su amado y lo abraza.
--ya lo he pensando bien, eres tú lo que yo quiero. Nada más.
David le sonríe con orgullo. Le gusta sentirse querido aunque no quiera que se lo digan.
--pues luego no digas que no te lo advertí...
Alberto confía plenamente en David. Está muy enamorado. No piensa que las cosas pueden de otra manera. Se besan apasionadamente. Alguien abre la puerta. Los dos amantes tienen tiempo de separarse. David mira a Alberto como diciendo: te lo dije. Es Slay. Le entrega unos documentos a Alberto de parte de su jefe, de Teodoro .
--los reviso y luego los firmo...
Slay mira con mucho odio a David. No imagina que es el que ocupa el lugar en la cama de Alberto que desea para ella. Lo odia por haberlo alejado de él.
--por favor, la próxima vez llame antes de entrar --le dice Alberto.
--perdón pero como que sabía que estaba con él... no pensé que no podía entrar, si hubiera sido con una mujer... pero con su secretario...
Slay está atormentada por los celos.
--está bien... váyase...
Slay se va mirando muy mal a David. Cuando ya están a solas, David se le ríe.
--si las miradas mataran...
--No te metas con ella... Es buena chica...
--Yo no digo que no pero está enamorada de ti...
--¿es que te vas a poner celoso? --dice Alberto cariñoso.
--tu sabes que no soy celoso...
--pues a mí me encantaría que estuvieras un poco celoso, eso es que me quieres...
--si fuera un hombre y tan guapo como yo.... --dice David divertido-- pero una mujer... Sé que no hay peligro...
Los dos se ríen y se besan apasionadamente. Alberto está muy feliz en brazos de él:
--¿nos vamos a comer?
--vamos...
Los dos salen juntos, se ven unidos pero todos los ven como buenos amigos. Aunque no sospecha la verdad. A Slay le dan celos la complicidad que ve entre esos dos guapos pero jamas imaginaría que son amantes...
Ramiro por su parte está siguiendo a Valentina. La mujer se enoja.
--¿¿¡es que estoy no se cansa nunca??¡
Ella va caminando. Él a su lado la sigue al veloz paso que va ella. Se muestra muy seductor.
---no soy muy persistente... Ya me conocerás...
Valentina se muestra muy agresiva con él.
--¡¡yo no tengo ningún interés en conocerlo...¡
Él no se da por vencido.
--No seas así conmigo. No me trates de usted... ya te he dicho que soy Ramiro y que yo...
Valentina no lo deja seguir:
--¡¡no seas pesado chico, ya sé que eres el cuñado de mi amiga Vanesa...¡
Valentina sonríe por la insistencia de él. Ramiro se pone delante de ella:
--te hice reír...
Valentina ríe más. Él la mira con cariño:
--eres muy bella cuando sonríes...
Valentina mira al chico con ternura. Nunca nadie le había dicho estas cosas:
--¿hablas en serio?
Él le acaricia el pelo. A ella le gusta que le coqueteé, la hace sentir joven. Hermosa.
--eres muy lindo pero eres apenas un niño y yo soy una mujer casada y tengo una niña...
--lo sé, a mi me gustan los niños pero nunca podré tener uno porque soy estéril...
--vaya, como lo siento pero tu vida a mi no me tiene que importar... Mi marido es muy celoso...
--Tu marido no te merece...
Valentina sonríe.
--puede ser pero es mi marido... Será mejor que no me vuelvas a buscar...
--ya te he dicho que hasta que no aceptes mi invitación a tomar un café no...
--No puedo, además ahora tengo que ir a buscar a mi hija...
--¡¡voy contigo¡¡, tu hija es muy linda... sabes, mi cuñada se llamaba como ella...
Aunque le gusta la cercanía de ese chico.
--no vas a meter en un lio, sí buscar experiencia con una mujer mayor que ti, te equivocas... Yo no soy profesora sexual de nadie...
Ramiro se molesta:
--¡¡no me trates como si fuera un niño y además un pervertido...¡
--¡¡pues tú deja de comportarte como tal... deja de seguir a una mujer casada que te ha pedido de mil formas que la dejes en paz...¡
Valentina se va a toda prisa. A Ramiro le duele el rechazo de esa mujer.
Vanessa se ha refugiado en los brazos de su amante. LLora.
--desde luego ¡¡es que no sirves para nada...¡¡ ¡¡encima que en estos meses me has obligado a usar condón que sabes que no me gusta y ahora resulta que eres un árbol seco...¡¡
--¡¡no es momento para que me humilles... me quedo en la calle...¡¡
Augusto trata a la mujer con desprecio:
--¡¡es que eres tonta, tú lo que tienes que hacer es decirle a tu marido que os someteréis a una inseminación... así con su esperma y con tu ovulo en el vientre de otra mujer crecerá tu hijo...¡ ¡Carlos puede saberlo cuando ya esté hecho y tú serás la madre, la de todos los derechos¡¡
--¡¡qué mujer se prestaría para eso??¡¡ ¡¡además hay demasiado en juego, no puede ser cualquiera...¡¡
--No, será Valentina...
La cara de maldad de Augusto no demuestra dudas, él sabe cómo convencerla. Vanessa no cree que su amiga se preste a ello.
--pasa, mi amor --le dice Alberto.
David le sonríe.
--se me hace raro que me llames mi amor --dice mientras se acerca a la mesa.
Alberto lo besa:
--esto es lo que eres aunque no quieres que lo diga yo...
David le pone la mano en la boca para silenciarlo.
--cada vez estás más valiente, cualquier día de estos me vas a pedir que salgamos tomados de la mano --dice David con ironía.
--¿y te molestaría?
--Pues se me haría extraño...
--¿es que tú no me quieres?
--Y sabes que no me gusta hablar de sentimientos...
Alberto se siente un hombre feliz y completo al lado de David. El amor que siente por él le hace fuerte. Mientras firma sin leer los documentos que le presenta su amado.
--lo sé, te conozco como a mí, para ti los sentimientos es síntoma de debilidad. Pero bueno, estás a mi lado y no me importa nada...
David apoya su cuerpo en la mesa. Es muy coqueto:
--¿te falta mucho?
--No, en seguida salimos a comer...
Alberto lo besa. David le sonríe:
--te estás liberando mucho tú --dice divertido-- como tu ex secretaria un día entre y nos pille en estas se te va a liar...
--¿sabes? No le tengo que rendir cuentas a nadie, yo soy feliz a tu lado y quien me quiera lo tiene que aceptar y quien no lo acepte es porque no me quiere y su opinión me trae sin cuidado...
--¿te refieres a tu hermano?
--Si, él está contento de verme feliz. Sabe que tengo a alguien...
--si pero piensa que estás liado con tu ex secretaría que salta a la vista que está colada por ti...
--No seas exagerado...
Alberto sentado y el otro apoyado a la mesa se miran coquetos:
--tu sabes que es verdad, Slay está muerta contigo y no me soporta porque yo la desplacé... Ramiro piensa que la cambiaste de lugar porque no querías que tu pareja fuera tu secretaria, no imagina que fue para que yo fuera tu secretario...
Alberto le pone las manos en las mejillas:
--es que no soportaba que te tuvieras que matar siendo el jardinero. Además apenas te veía entre semana, ahora así estamos juntos siempre. Y sobre Ramiro ya es hora que sepa que a mí me gustan los hombres y que tú eres mi pareja.
--no te precipites...
--porque?
David sabe que esta situación es temporal y que se tendrá que alejar de su vida. No quiere lastimarlo. Piensa que todo será más fácil si no se enfrenta al mundo por él.
--porqué a ti siempre te ha importado mucho el qué dirán, a lo mejor ahora piensas que te podrás enfrentar a todos pero no estás seguro. No te pases de valiente... piensa muy bien lo que haces.
Alberto se levanta. Mira seductor a su amado y lo abraza.
--ya lo he pensando bien, eres tú lo que yo quiero. Nada más.
David le sonríe con orgullo. Le gusta sentirse querido aunque no quiera que se lo digan.
--pues luego no digas que no te lo advertí...
Alberto confía plenamente en David. Está muy enamorado. No piensa que las cosas pueden de otra manera. Se besan apasionadamente. Alguien abre la puerta. Los dos amantes tienen tiempo de separarse. David mira a Alberto como diciendo: te lo dije. Es Slay. Le entrega unos documentos a Alberto de parte de su jefe, de Teodoro .
--los reviso y luego los firmo...
Slay mira con mucho odio a David. No imagina que es el que ocupa el lugar en la cama de Alberto que desea para ella. Lo odia por haberlo alejado de él.
--por favor, la próxima vez llame antes de entrar --le dice Alberto.
--perdón pero como que sabía que estaba con él... no pensé que no podía entrar, si hubiera sido con una mujer... pero con su secretario...
Slay está atormentada por los celos.
--está bien... váyase...
Slay se va mirando muy mal a David. Cuando ya están a solas, David se le ríe.
--si las miradas mataran...
--No te metas con ella... Es buena chica...
--Yo no digo que no pero está enamorada de ti...
--¿es que te vas a poner celoso? --dice Alberto cariñoso.
--tu sabes que no soy celoso...
--pues a mí me encantaría que estuvieras un poco celoso, eso es que me quieres...
--si fuera un hombre y tan guapo como yo.... --dice David divertido-- pero una mujer... Sé que no hay peligro...
Los dos se ríen y se besan apasionadamente. Alberto está muy feliz en brazos de él:
--¿nos vamos a comer?
--vamos...
Los dos salen juntos, se ven unidos pero todos los ven como buenos amigos. Aunque no sospecha la verdad. A Slay le dan celos la complicidad que ve entre esos dos guapos pero jamas imaginaría que son amantes...
Ramiro por su parte está siguiendo a Valentina. La mujer se enoja.
--¿¿¡es que estoy no se cansa nunca??¡
Ella va caminando. Él a su lado la sigue al veloz paso que va ella. Se muestra muy seductor.
---no soy muy persistente... Ya me conocerás...
Valentina se muestra muy agresiva con él.
--¡¡yo no tengo ningún interés en conocerlo...¡
Él no se da por vencido.
--No seas así conmigo. No me trates de usted... ya te he dicho que soy Ramiro y que yo...
Valentina no lo deja seguir:
--¡¡no seas pesado chico, ya sé que eres el cuñado de mi amiga Vanesa...¡
Valentina sonríe por la insistencia de él. Ramiro se pone delante de ella:
--te hice reír...
Valentina ríe más. Él la mira con cariño:
--eres muy bella cuando sonríes...
Valentina mira al chico con ternura. Nunca nadie le había dicho estas cosas:
--¿hablas en serio?
Él le acaricia el pelo. A ella le gusta que le coqueteé, la hace sentir joven. Hermosa.
--eres muy lindo pero eres apenas un niño y yo soy una mujer casada y tengo una niña...
--lo sé, a mi me gustan los niños pero nunca podré tener uno porque soy estéril...
--vaya, como lo siento pero tu vida a mi no me tiene que importar... Mi marido es muy celoso...
--Tu marido no te merece...
Valentina sonríe.
--puede ser pero es mi marido... Será mejor que no me vuelvas a buscar...
--ya te he dicho que hasta que no aceptes mi invitación a tomar un café no...
--No puedo, además ahora tengo que ir a buscar a mi hija...
--¡¡voy contigo¡¡, tu hija es muy linda... sabes, mi cuñada se llamaba como ella...
Aunque le gusta la cercanía de ese chico.
--no vas a meter en un lio, sí buscar experiencia con una mujer mayor que ti, te equivocas... Yo no soy profesora sexual de nadie...
Ramiro se molesta:
--¡¡no me trates como si fuera un niño y además un pervertido...¡
--¡¡pues tú deja de comportarte como tal... deja de seguir a una mujer casada que te ha pedido de mil formas que la dejes en paz...¡
Valentina se va a toda prisa. A Ramiro le duele el rechazo de esa mujer.
Vanessa se ha refugiado en los brazos de su amante. LLora.
--desde luego ¡¡es que no sirves para nada...¡¡ ¡¡encima que en estos meses me has obligado a usar condón que sabes que no me gusta y ahora resulta que eres un árbol seco...¡¡
--¡¡no es momento para que me humilles... me quedo en la calle...¡¡
Augusto trata a la mujer con desprecio:
--¡¡es que eres tonta, tú lo que tienes que hacer es decirle a tu marido que os someteréis a una inseminación... así con su esperma y con tu ovulo en el vientre de otra mujer crecerá tu hijo...¡ ¡Carlos puede saberlo cuando ya esté hecho y tú serás la madre, la de todos los derechos¡¡
--¡¡qué mujer se prestaría para eso??¡¡ ¡¡además hay demasiado en juego, no puede ser cualquiera...¡¡
--No, será Valentina...
La cara de maldad de Augusto no demuestra dudas, él sabe cómo convencerla. Vanessa no cree que su amiga se preste a ello.
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