Ramiro y Alberto se quedan mirando a Valentina. Alberto sonríe al ver tan interesado en esa mujer a su hermano. A Ramiro le gusta esa desconocida pero hay algo que le molesta.
--¡es amiga de Vanessa¡
Alberto pasa su mano por los hombros a su hermano:
--se ve buena gente...
--sí verdad... --dice Ramiro mirándola fascinada.
--pero es mayor para ti... te debe llevar casi 15 años... –hace pausa y añade—claro que es más joven que el resto de tus amantes.
--¿y te molesta...?¿ves mal que salga con una mujer mayor que yo?
--No a mi no sólo me importa que seas feliz... Pero creo que estás yendo demasiado rápido, además seguro que es casada... ¿no viste que tiene una hija?
--Si fuera casada ¿porqué no vino el esposo? La niña puede ser su sobrina...
--pero puede que no...
--pues mejor si ya tiene una hija, así no me sentiría culpable, por mi no tendría que renunciar a ser madre...
--pues animo... --dice dándole una palmada en los hombros.
Aunque le ha impresionado conocer a Valentina, aunque se ha ilusionado de repente se pone triste:
--tienes razón voy demasiado rápido, es una locura pues no la conozco. Además no es el momento en pocos meses estaremos en la calle...
--saldremos adelante... que eso no te desanime...
--Yo no tengo nada que ofrecerle... Va vamos...
Ramiro se dirige hacia el auto muy triste. Alberto abraza por los hombros a su hermano.
--¿seguro que no te quieres quedar...? Así podrás conocer mejor a la chica...
Aunque está tentado, Ramiro dice:
--Por culpa de esta boda nos van a quitar lo que es nuestro. ¡¡A la Vanessa esa la odio por el daño que nos va a hacer y no quiero saber nada de la amiga...¡
Alberto sonríe con cariño a su hermano:
--¡¡estás obsesionado con esa maldita herencia¡¡ ¡¡ojalá hubiéramos nacido pobres...¡
--tranquilo que en menos de un año no tendremos nada...
Alberto le sonríe:
--va vamos...
Los dos hermanos se tratan con mucho cariño. Se mete en el auto. Ramiro mira seguido atrás, sonríe pensando en esa desconocida que lo ha cautivado. Alberto es el que conduce, sonríe a su hermano con cariño.
Mientras en la sala de la mansión y ante un juez y unos 30 invitados, Carlos y Vanessa se unen en matrimonio. La mujer se siente una reina. Por fin ha logrado todo lo que quería, llevar vida de princesa y vivir en un mansión. Teodoro es el primero en felicitar a los novios. Durante el brindis Carlos alza su copa y dice:
--Por mi hijo que será el heredero de todo esto... Ese heredero que llegará muy pronto...
Pone su mano en el vientre de su esposa y dice:
--si es que ya no está en camino...
Carlos y Vanessa se sonríen. Mientras Carlos está con su padre y con su hermano, Valentina felicita a su amiga.
--me alegro que seas tan feliz...
--esto es un sueño... y vino en el mejor momento... así tú estarás mejor en mi casa...
--si claro...
Valentina no le dice nada pero la echará de menos. No le hace gracia estar a solas con su marido.
--pero dime una cosa... ¿de qué hablaba tu marido?¿que es eso del heredero?
--No nada... que el primer bebe de la familia heredera la fortuna de la madre...
--pues veo que a él le interesa mucho eso... Espero que no se haya casado contigo sólo por eso...
Vanessa oculta que a los dos es lo único que le importa.
Esa misma tarde, Teodoro sale de la ciudad para arreglar unos asuntos. En la prisión, David se encuentra solo en el baño con dos presos. Los 3 desnudos se divierten todos con todos. La verdad es que el guapo David es un chico muy apasionado. Mientras Alberto en su oficina se la dedica a trabajar. Trabaja y trabaja para olvidar la ausencia de sexo y sobretodo de amor. Ramiro toca a su puerta.
--¿puedo pasar?
--si claro pasa...
Ramiro le hace una consulta de trabajo. Luego mirando todos los papeles que tiene su hermano dice:
--te encanta tu trabajo ¿no?
Alberto sonríe por obligación para no decirle que en realidad no conoce otra forma de vivir, que es la que le dejaron.
--deberías pensar en otras cosas... por ejemplo en tu secretaria... Te la buscaste joven...
Alberto sonríe:
--yo no me las busqué, las empleadas las busca Teodoro...
--si no me sorprende... pero le gustas... a ella le gustas...
Ramiro mira a su hermano con complicidad y le dice:
--si tu quisiera se sentaría en tus rodillas y dónde tú le digas...
--¡¡ya venga... no seas payaso... tengo mucho trabajo...¡
--¿y qué vas a hacer cuando nos echen de aquí?
--Ya pensaremos en eso cuando llegue la hora...
Preocupado Ramiro dice:
--pues te aseguro que mucho no falta.
--Pues trabajaré por mi cuenta pero tú tranquilo. No nos faltará de nada...
Tocan a la puerta.
--pasa Slay...
Entra una secretaria que mira con ojitos de hambre a Alberto. Ramiro mira a su hermano y le guiña el ojo:
--la tienes lista --le susurra.
--No seas payaso --susurra Alberto dando una ligera patada a su hermano en el trasero.
Ramiro mira a Slay y le dice:
--cuida a mi hermano...
Ramiro le hace gestos a su hermano para que no sea tonto. Alberto está avergonzado ante Slay.
--que pena contigo... mi hermano es un payaso...
--No pasa nada...
--bueno, a trabajar...
Mientras le dicta unas cartas, están los dos muy juntos. Ella va en minifalda, cruza las piernas muy sensualmente, luce un gran escote. Al ver que no seduce al hombre se sienta en sus rodillas. Alberto se levanta sorprendido:
--¿¿¡qué hace?¡
--Me gustas mucho, yo te haría feliz...
Ella trata de acercarse a él pero Alberto la rechaza.
--¡¡respéctese¡
--Yo estoy dispuesta a hacer lo que me pida... ¡¡seré su amante...¡¡ ¡¡le daré el hijo que necesita...¡¡
Alberto no da crédito a lo que oye:
--¿enloqueció?
--¡¡yo sé que si no tiene un hijo lo perderá todo...¡¡
--¡¡a mi no me importa...¡
Slay pega su cuerpo al del hombre, le pellizca el trasero:
--no seas egoísta, hazlo por tu hermano...
A toda costa Slay está decidido a acostarse con su jefe. Lo va a besar, él la mira incrédulo. No da crédito a lo que está pasando.
De nuevo en la cárcel, David está practicando sexo oral a un preso mientras otro se lo hace a él. Los 3 se la pasan bárbara. Un guardia abre la puerta pero no llega a entrar:
--¡¡Ese Peterson, visita...¡
A David le da mucha rabia que le haya interrumpido su momento de placer. Además no entiende quien puede ser. Se sube los pantalones y se va sofocado y molesto por la interrupción. Se sorprende al encontrar en la sala de visita a un desconocido, Teodoro. Se sienta.
--¿quien es usted?
--soy el viudo de la viuda de Torres-Alcántara.
Escuchar ese nombre le trae malos recuerdos al guapo preso.
--¿¿¿qué quieren de mi ahora?
--quiero que vuelvas...
David mira sorprendido a ese hombre:
--¿¿qué?
--Te sacaré bajo fianza y te pagaré lo que pidas ...
--A cambio de...
--Enamorar a tu ex amigo, a Alberto Torres-Alcántara...
David no esperaba recibir una propuesta así.
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