viernes, 26 de febrero de 2010

capitulo 25



Alberto y Augusto se están besando. Alberto se siente refugiado en él, Augusto siente asco. Después de mucho rato besándose, Augusto teme que Alberto quiera hacer el amor de verdad. Y es que aunque por dinero está dispuesto a hacerlo. Alberto se levanta sofocado.
--No, no estoy preparado para esto...
Augusto se siente aliviado pero siguiendo con su plan hace el que le sabe mal. Sonríe con una falsa ternura y dice:
--ya hicimos el amor y fue maravilloso...
Alberto se acaricia la melena. Le cuesta acostumbrarte a haber estado en brazos de otro hombre.
--pero fue el alcohol, yo no lo recuerdo...
Augusto en la cama pone cara de pena:
--esto no me anima mucho...
El guapísimo Alberto se pone en cuclillas:
--lo siento yo no te quiero ofender pero es que no sé como pasó... Yo estoy muy herido y me da miedo amar otra vez...
Augusto lo acaricia:
--pero puedes hacerlo, me amaste a mí... Tal vez el alcohol te hizo hacer algo que querías mucho pero por miedo no hacías...
Alberto está muy aturdido:
--puedo decir...
--¿y bien?¿qué hacemos?
--en realidad no sé, supongo que seguir para adelante con esto sea lo que sea...
Augusto lo abraza:
--gracias, gracias... yo estoy seguro que puedo borrar las huellas del otro...
Alberto no está nada convencido pero piensa que no puede perder nada.
--¿nos vemos más tarde?
--si claro... yo estaré aquí esperándote...
Alberto se va aturdido. Augusto se finge amoroso. Justo en la puerta Alberto se gira, saluda a Augusto con timidez y se va. Cuando ya está solo, Augusto empieza a escupir maldiciendo a Alberto y poniendo cara de asco.
--¡¡me voy a tener que lavar la boca con jabón...¡¡
Se friega la boca con el brazo pero pensar en el dinero que va a conseguir lo calma. Lleno de odio y de ambición:
--¡¡con la cara de imbécil que tienes va a ser muy fácil despojarte de esa fortuna que tú no sabes disfrutar pero yo sí y entonces me las vas a pagar todas juntas... voy a destruirte con mis propias manos...¡ --dice golpeándose los puños y retorciéndose las manos.
Sin imaginar el desprecio que siente por él, Alberto entra en su apartamento aturdido. Se mira al espejo. Se lleva las manos a la cabeza. Se acaricia los labios. Se ha acostado con otro y no sabe qué sentir. Recuerda a David y llora. Cae en el suelo desangrándose de lágrimas. Después se ha vaciado. Se queda más tranquilo. Augusto le gusta, es guapo.
--es un nuevo comienzo...
y aunque no se siente preparado para una relación con él:
--si el alcohol me empujó a sus brazos debe ser porque en el fondo es lo que quería. No me cuesta nada intentarlo...
No le ha desagradado sentir su cuerpo mas al contrario pese a que aún le duele el recuerdo de David.
--si en sus brazos puede olvidarlo una razón más para intentarlo. Busca una caja que tiene escondida. No se había atrevido a mirarlas desde entonces. Son todas las fotos de los 3 meses de amor que ha vivido con David. Las mira lentamente con un nudo en la garganta.
--¡¡era mentira...¡¡ ¡¡era mentira¡¡ --dice.
Cada foto es un recuerdo que tiene clavado en su piel. Llora mientras en su mente pasan miles imágenes de besos, caricias, cariño... Son unos recuerdos que a Alberto lastiman mucho. Las rompe con mucho odio pero después cae con la cabeza al suelo, sobre esos trozos. LLora.

David está en un hotel. Tiene todos los lujos con los que uno pueda soñar pero está muy triste. Está bebiendo. De repente cruza por su cabeza la imagen de Alberto y se le cae el vaso. Siente un gran dolor. Va hacia el cajón. Busca una foto que tiene de él, llora. La besa. Siente un gran deseo de volver a verlo, de escuchar aunque sea su voz. Está temblando. Muy excitado. Marca el número en su móvil. La voz de Ramiro lo sorprende.
--¿¡¡quien??¡
Ramiro está tumbado sobre su cama en boxers muy excitado pensando en que su amada duerme a pocos metros. No le hace gracia ese desconocido que lo molesta. A David le da miedo preguntar por Alberto. Sabe que Ramiro no lo va a recibir bien.
--¡¡¿¿quien es?¡¡ ¿¿¿es que no tiene otra cosa qué hacer? ¡¡¡¿para qué llama si no va a contestar la llamada??¡
Con una timidez que no lo caracteriza, David dice:
--se puede poner Alberto...
--¿¡quien?¡¡ ¿¿¿¡Eres David??
--por favor... necesito hablar con él...
Escuchar la voz del hombre que tanto daño le ha hecho a su hermano pone muy alterado a Ramiro:
--¡¡mi hermano se murió, para ti está muerto¡¡ ¡¡que descaro el tuyo¡¡ ¡¡no vuelvas a llamar...¡
Ramiro le cuelga el móvil. David queda muy triste. Ramiro muy alterado piensa:
--¡¡que bueno que nos cambiamos los móviles para que este hijo de put... no lo moleste más...¡¡ ¡¡con lo contento que yo estaba y ha tenido que venir este a estropearlo todo¡¡
Muy molesto Ramiro da golpes con el pie en la pared. Por culpa de ese hombre su hermano sufre y está separado de él y eso es algo que no le piensa perdonar. David se tumba en la cama:
--me odia, me odia...
Está muy triste. David siente un gran dolor en su alma, siente como si algo dentro de él hubiera muerto pero está decidido a salir adelante.

Durante el mes siguiente, Augusto y Alberto comienzan una "amistad" que solo es sincero para el segundo. Se la pasan el uno en el piso del otro. Hablando, riendo... besándose... Augusto siempre escupe con asco cuando están solo. Agradece que Alberto no quiera sexo pero tampoco ha logrado que le abra su corazón y él no puede ser descarado para que no sospeche pero sabe que no puede perder el tiempo ya que Valentina puede quedar embarazada en cualquier momento. No quiere cerrar esa puerta, conseguirá el dinero los los Torres-Alcántara por cualquiera de las dos fuentes. Se cita siempre con Vanessa en las horas que Alberto está en la oficina. Por ella sabe cómo va Valentina que no sale de la casa más que para llevar a la escuela a su hija. Ramiro está a su lado. Ambos se han convertido en inseparables. En esos días Valentina se tiene que someter de nuevo a la inseminación. Ya han firmado el divorcio, sin que Vanessa sospeche Augusto lo ha aplazado porque prefiero que Alberto sea el primer en ser papá porque siente que a él lo podrá robar más fácilmente, además se le ha ocurrido algo para animar a Alberto a ser papá. No puede atrasarlo mucho porque no le interesa que Vanessa sospeche que juega en los dos bandos por eso le interesa que Alberto se decida a soltar su esperma lo antes posible.


Augusto ha mandado seguir a David. Sabe en que hotel se hospeda y alquila la suite de al lado. También sabe a que hora suele estar bebiendo en el bar. Espera que David sea más fácil de seducir que Alberto porque no puede perder más tiempo así que la va bien que lleve dos copas de más. Se sienta en la barra a su lado.
--hola, ¿me puedo sentar?
David mira a Augusto. Aunque está muy dolido por lo que ha pasado con Alberto es una persona muy activa y Augusto le resulta muy atractivo.
--si claro... te invito a lo que quieras...
Los dos empiezan a hablar. Pronto parecen amigos. David es más rápido de lo que Augusto pensaba. A las primeras palabras ya se lo quiere llevar a la cama. Augusto lo lleva a su habitación. David está incontrolable, Augusto está muy nervioso pero necesita acostarse con David.
--¿tomamos algo?
David se desnuda con rapidez, le pellizca el culo a él que como está de espaldas puede mirarlo con odio.
--¡¡yo sí necesito una copa¡
David se tumba en la cama con cara de depravado.
--te espero...
Augusto está muy nervioso. Tiene escondida tras las botellas una videocamara apuntando a la cama. Le enciende sin que el excitado David se dé cuenta. Augusto piensa en todo el dinero que va a lograr para superar lo que va a pasar. Bebe un trago con resignación.
--será mejor que mi primera vez sea con un maricon sea uno experto, Alberto es tonto y se me notaria demasiado que soy virgen... este me enseñará... así estaré preparado para hacer gozar a esa maricona si es preciso... --piensa.
Pero no se anima. David lo va a buscar, se arrodilla ante él. Le hace un trabajo. Augusto cierra los ojos e imagina que está con una mujer. Se deja llevar. Muerde la almohada para no gritar de dolor. Llorar mientras David le taladra por detrás... Cuando David se ha quedado desahogado Augusto se siente ultrajado. No lo mira porque no podría ocultar el desprecio que siente. David no le dice nada. Se viste y se va. Augusto es todo rabia. Se golpea la cabeza con la pared.
--¡¡voy a matar a estos dos maricones... cuando sea un hombre rico me van a pagar esta humillación...¡
Se seca las lágrimas. Le cuesta un poco caminar, el dolor de atrás es el recuerdo vivo de su humillación. Del gran odio que siente hacia Alberto y ahora también hacia David.
--¡¡voy a disfrutar mucho acabando con estos dos enfermos...¡¡
Augusto comprueba que la cinta se ha grabado bien. La mete en un sobre.
--y ahora mi gran plan... Estoy seguro que Alberto no soportará ver a su amado David conmigo y que después de lo que le voy a decir va a querer ser papá lo antes posible...
Augusto deja ese sobre en el buzón de su vecino. Alberto llega tarde. Encuentra ese sobre sin nombre. Se sorprende mucho. Cuando ve el contenido, cuando ve a esos dos "sus" hombres en la cama le parece una cruel burla del destino. Muy furioso Alberto le pide explicaciones a Augusto. Éste lo va a abrir desnudo y como si no pasara nada.
--¿¡qué es esto?
Alberto le pone la cinta en el video. Augusto se hace el sorprendido:
--¿¿¿de dónde has sacado este video?¡
Alberto está atormentado por los celos:
--¡¡alguien me lo mandó¡
--¿¿cómo?
--¡¡y me lo trajeron a domicilio¡¡
--sólo él se quedó una copia además lo conoces...??¡
Alberto lo mira lloroso. Augusto hace como el que está sorprendido, el que se le ocurre algo.
--¡¡claro tú eras el Alberto del que me habló siempre, por el que rompimos...¡
--te habló de mi...?
--si me contó cosas muy raras.
--¿que te contó...?
--que hay una herencia de por medio, que tiene que hacer lo que sea para que tu no tengas un hijo y entonces él recibirá una fortuna... ¿entiendes algo de eso?¿tiene que ver contigo?
Alberto siente un gran dolor:
--él te dijo eso...?

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